El sector de la medicina prepaga ha comenzado a notificar a sus afiliados sobre las modificaciones que experimentarán las cuotas de los planes de salud el próximo mes de noviembre.

Dependiendo de cada empresa y del tipo de plan contratado, las cuotas experimentarán un incremento que oscila entre el 3,9% y el 6,9%. Esta novedad ha generado diversas reacciones entre los usuarios, que empiezan a ajustar sus presupuestos para asumir las nuevas tarifas.

Las empresas del sector han defendido enfáticamente estos aumentos, argumentando que son necesarios para poder mantener la calidad en la prestación de los servicios médicos. Además, señalan que, a pesar de los ajustes, todavía existen significativos «atrasos» en las cuotas respecto a los costos operativos actuales. Este anuncio sigue la tendencia observada en los últimos meses, ya que con esta será la quinta ocasión en lo que va del año en la que se actualizan los aranceles.

Es importante recordar que, este año, las empresas enfrentaron una lucha judicial que impidió que realizaran aumentos mayores al índice de precios. Sin embargo, desde el mes de julio, lograron ajustar las tarifas de manera más autónoma, lo que explica en parte las recientes notificaciones de incrementos que superan la inflación reportada en septiembre del 3,5%.

El hecho de que los aumentos estén por encima de este porcentaje ha sido motivo de debate y señalamientos en el marco de una economía que intenta lidiar con los efectos de la inflación.

Al menos cinco importantes compañías del sector de la salud privada han procedido a informar a sus clientes sobre los nuevos valores que se aplicarán a partir de noviembre. Las comunicaciones enviadas a los afiliados detallan que en algunas situaciones, los ajustes también se llevarán a los copagos, añadiendo un nuevo factor a considerar para los usuarios.